jueves, 5 de julio de 2018

Un puente lleno de magia





El puente de Bacunayagua, una de las siete maravillas de la ingeniera civil cubana por su longitud, altura y concepción, también ofrece el disfrute del Valle de Yumurí, que solo cede en categoría ante el de Viñales, el más famoso de los paisajes naturales de Cuba.

Constituye un paso obligado entre las occidentales provincias de Mayabeque y Matanzas que ocasiona un corte de la respiración para quienes por primera vez lo atraviesan, pues desde allí parecen miniaturas árboles, casas y otras partes del panorama.

Desde un mirador ubicado en la ladera oeste, el visitante observa todo el esplendor de la floresta cubana y más allá, el accidente geográfico del Yumurí. Se trata de un enlace entre la ciudad de Matanzas y Varadero, la más famosa de las playas cubanas, pero un alto en el puente supone el contacto exclusivo con un paraje, ubicado entre mar, garganta del río Bacunayagua, palmas reales y otras especies botánicas.

La obra corrió a cargo de ingenieros civiles cubanos dirigidos por Luis Sáenz Duplace, que utilizaron por primera vez el hormigón estructural para los semiarcos del sistema Melan. El uso de ese arco resultó algo novedoso al construirse con acero laminado, armado en dos partes que se unieron mediante giros hasta la posición definitiva.

Las vigas se colocaron con una armadura de lanzamiento, sin lo cual no hubiese sido posible su ejecución, por cuanto en esa época (de 1956 a 1960), los técnicos cubanos solo disponían de grúas de 30 toneladas.


El puente de Bacunayagua tiene 314 metros de longitud y 110 metros de altura, el más largo y alto de Cuba, y se desliza sobre una inmensa abertura que forma el río de igual nombre. Las aves vuelan a niveles inferiores que los vehículos y muchas veces es imposible comprobar el verdadero tamaño de los animales, en tanto las casas se divisan como minúsculos aposentos y las personas casi son imperceptibles.

Por las potencialidades del entorno hay condiciones para el senderismo, una opción más para los vacacionistas interesados en explorar cada tramo de la geografía cubana y valorar las casi 70 especies de la flora y la fauna exclusivas del lugar.

Desde el puente el Valle de Yumurí, se divisa como forma parte de las clásicas joyas paisajísticas de fama internacional que adornan a la ciudad de Matanzas, 100 kilómetros al este de La Habana, la capital. Abarca el valle una extensión campestre de casi ocho mil 500 hectáreas, dentro de las cuales la naturaleza ofrece el verde en todos sus matices, mientras que un hilo de agua, el río Yumurí, corre hasta la bahía de Matanzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Viaje al pasado, en La Aldea Taína.

  Cuba es un archipiélago pequeño, pero lleno de historias y de culturas entremezcladas . La comunidad primitiva tuvo un triste f...