La Villa
de la Santísima Trinidad fue la tercera villa fundada por la Corona española en
Cuba, a principios del año 1514. La villa se fundó con la presencia del
Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar, y fue evolucionando con rapidez, lo cual
le posibilitó ser una de las más prósperas de la mayor de las Antillas.
La labor
de conservación y restauración emprendida por los especialistas de esta zona
del centro sur de Cuba, y el amor que profesan a su ciudad sus habitantes,
propició que sea una de las ciudades coloniales mejor conservadas no sólo de
Cuba, sino también de América, e inscribirse en la Lista del Patrimonio Mundial
de la Humanidad por la Unesco junto al Valle de los Ingenios en 1988, una zona
donde prosperó la industria azucarera con la llegada de las familias Iznaga,
Borrell y Brunet hacia la mitad del siglo XIX.
Esta
producción azucarera, que enriqueció a los dueños de esos ingenios, hizo que
surgieran tanto en Trinidad como en el Valle, casonas y palacetes que hoy son
orgullo de la cultura cubana. En la ciudad hay muchísimos lugares de interés
para el visitante. Podemos ofrecerte una de tus mejores experiencias y llevarte
hasta los sitios emblemáticos de uno de los lugares más bellos de esta isla.
A nuestro lado puedes visitar el museo de Historia, ubicado
en el antiguo Palacio Cantero, cuyo antiguo propietario era Don José Mariano
Borrell y Padrón un terrateniente local, posteriormente es heredado por Don
José Mariano Borrell y Lemus y en 1841 la vende a la viuda de Iznaga, Doña
María del Monserrate Fernández de Lara y Borrell, la cual casa en segundas con
Don Justo German Cantero, nombre por el cual es conocido el palacio. Este bello
museo muestra piezas y documentos históricos de la villa trinitaria.
También
puedes llegarte hasta el museo de Arqueología Guamuhaya, fundado el 15 de mayo
de 1976 muestra en occho salas permanentes objetos pertenecientes a las comunidades
aborígenes que vivían en la región centro-sur de la Isla de Cuba durante la
etapa precolombina, además de algunos artículos valiosos de la etapa colonial,
de la ciudad y los valles cercanos. Se encuentra ubicado en la antigua Casa de
Padrón.
Otra
opción es el museo Romántico que recrea en sus catorce salas el ambiente de una
típica residencia colonial trinitaria de los años 1830-1860 con una muestra de
muebles y artes decorativas de los siglos XVIII y XIX.
Por
supuesto tampoco debes perderte el museo de Arquitectura Colonial que posee
siete salas de exposiciones y está ubicado en la antigua casa de la acaudalada
familia Sánchez, muestra el desarrollo arquitectónico de la ciudad en el
transcurso de los siglos y la casa de la Trova de Trinidad que es un centro de
reunión para las generaciones más jóvenes, se encuentra en un inmueble del 1777
que ha sido restaurado para el disfrute popular, donde se realizan conciertos
periódicos.
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