martes, 4 de septiembre de 2018

La monumental obra que protege a la bahía




Jilma Madera junto a su obra
A la entrada del puerto, protegiendo a los habaneros y a todo el que visita la capital, se encuentra el Cristo de La Habana, una colosal escultura que representa a El Sagrado Corazón de Jesús, obra de la escultora cubana Jilma Madera. La estatua fue hecha de mármol de Carrara, traídas desde Italia. 
 
La imagen tiene unos 20 metros de altura y reposa sobre una base de 3 metros en la que su creadora enterró diversos objetos de la época. Para esculpirlo no empleó ningún modelo, sino que se inspiró en su ideal de belleza masculina: ojos oblicuos, labios pulpusos, en sintonía con el mestizaje racial en este pedazo del mundo. A diferencia de otros Cristos que tiene sus brazos extendidos, el nuestro esta con una mano en alto, bendiciendo, y la otra en el pecho mirando hacia la ciudad, se le dejaron los ojos vacíos para que diera la impresión de mirar a todos desde cualquier lugar que fuese observado. Ha sido declarado Monumento Nacional  
 
 Desafiando el tiempo, allí en la bahía de La Habana, en la cima de la Loma de La Cabaña y a 50 metros sobre el nivel del mar, podrá usted admirar La mayor escultura del mundo en mármol blanco de Carrara realizada por una mujer. Al margen de leyendas y mitos, el sitio es lugar ciertamente sagrado, pero su mayor importancia está en una vista maravillosa y especial, que ofrece la panorámica de una ciudad tan antigua como moderna.

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